El gobierno de Chávez recibirá la visita del Ministro de Exteriores español, que se está haciendo su particular gira, “Desatinos Tour”, porque es un ministro que no da una a derechas, visitando lugares conflictivos, como Gibraltar y también Venezuela, cuyo gobierno es muy amigable que digamos, sobre todo Chávez. La visita de Moratinos pretende mejorar las relaciones bilaterales y estrechar lazos económicos, algo bastante complicado de tratar con Chávez, que siempre hace lo que le parece. Chávez sabe llevarse bien con los políticos cuando le conviene y en esta ocasión no iba a ser menos.

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Es una visita más complicada que la de Gibraltar, ya que Moratinos se tendrá que enfrentar a la fuerza de Chávez, ya que siempre convence a los demás para hacer lo que quiera, sin importar las opiniones de los demás y luego sale diciendo que es un país democrático. Por supuesto que es un país democrático, tanto como lo puede ser Corea del Norte y Rusia, igual que esos dos países es Venezuela de democrático.

La imagen es ciertamente patética, ya que luego Chávez está criticando a España por el tema de las colonias y derribando estatuas de Cristóbal Colón, aunque mezclar la historia con la actualidad es algo complicado. A ambos países les interesa mantener unas relaciones cordiales y eso es precisamente lo que hacen. Al menos el recibimiento entre Chávez y Moratinos es bastante amable, o así lo dan a entender. Veremos si de esta visita sale algo más en claro de la visita a Gibraltar, donde las cosas siguen igual.

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